El calzado de seguridad es indispensable en múltiples sectores laborales donde la protección del pie resulta esencial.
Al elegir uno, no solo es importante que cumpla con ciertas normativas, sino también entender de qué partes está compuesto para asegurar su durabilidad y confort.
Índice de Contenidos
En este artículo, vamos a desglosar las distintas partes de un calzado de seguridad para ayudarte a conocer mejor sus características y elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.
¿Qué es un Calzado de seguridad y para qué sirve?
Un calzado de seguridad es un tipo de zapato diseñado específicamente para proteger los pies de riesgos laborales como impactos, objetos punzantes, sustancias químicas, altas temperaturas, entre otros.
No es zapato cualquiera de uso diario, sino que se fabrica con materiales especiales y un diseño estructurado para proporcionar una barrera contra accidentes comunes en entornos laborales exigentes. Este tipo de calzado cuenta con diversos elementos, desde punteras reforzadas hasta suelas antideslizantes, todos contribuyen a minimizar riesgos.
Los calzados de seguridad se clasifican según la protección que ofrecen y deben cumplir con normativas que regulan su calidad y eficacia.
Ya sea que trabajes en construcción, fábricas o sectores de logística, estas botas o zapatos especializados son esenciales para mantenerte seguro y cómodo.
Normativa a tener en cuenta
La elección de un calzado de seguridad adecuado debe basarse en las normativas vigentes. En Europa, la norma EN ISO 20345:2011 establece los estándares mínimos que un calzado de seguridad debe cumplir para ser considerado seguro.
Esta normativa detalla aspectos como la resistencia al impacto, la capacidad antideslizante, la protección contra la perforación y la absorción de energía en el talón. Dependiendo del sector, existen requerimientos adicionales, como protección contra electricidad estática o resistencia al agua, que deben cumplir las botas.
Es importante verificar que el calzado que se va a comprar esté certificado y cumpla con estas normativas para asegurar que ofrecerá la protección adecuada en el entorno laboral específico.
Sectores que utilizan un calzado de seguridad
Aunque el uso de calzado de seguridad está extendido, existen sectores específicos donde es indispensable.
En la construcción, por ejemplo, los trabajadores necesitan botas de seguridad resistentes a la perforación y con punteras reforzadas para protegerse de los impactos.
En la industria química, los calzados suelen tener una capa protectora contra sustancias corrosivas.
Otros sectores que requieren calzado de seguridad son la logística, el transporte, la minería y la metalurgia, donde se valoran características como la suela antideslizante y la resistencia al calor o productos químicos.
Componentes de las botas de seguridad
Para que un calzado de seguridad cumpla con su propósito, cada una de sus partes debe estar fabricada con materiales y diseños específicos.
A continuación, analizamos cada uno de estos componentes esenciales:
Parte exterior
La parte exterior de un calzado de seguridad está diseñada para proteger contra el desgaste y las condiciones climáticas adversas.
Su material suele ser cuero o un tipo de textil reforzado, como el nylon, que resiste bien la abrasión y el uso constante.
Además, es común encontrar tratamientos que hacen esta parte impermeable o resistente al aceite y productos químicos. Una buena parte exterior debe garantizar no solo resistencia sino también flexibilidad y comodidad para evitar el cansancio durante largas jornadas de trabajo.
Puntera de seguridad
La puntera es uno de los elementos más característicos de un calzado de seguridad.
Este componente protege la parte delantera del pie contra golpes e impactos de objetos pesados.
Las punteras pueden estar hechas de acero, aluminio o materiales compuestos como el composite, que es más ligero y ofrece la misma resistencia que el metal. La elección entre acero y composite depende de las necesidades del trabajo: el acero es muy resistente pero más pesado, mientras que el composite es ideal para quienes buscan ligereza sin sacrificar la protección.
Cordones gruesos
Los cordones gruesos y extra gruesos son fundamentales en las botas de seguridad, ya que garantizan un ajuste firme y estable.
Al tratarse de botas que suelen estar expuestas a ambientes exigentes, los cordones deben ser resistentes a la fricción y no romperse fácilmente.
Los cordones extra gruesos redondos , por ejemplo, suelen ser más duraderos y pueden soportar mejor el desgaste diario.
Además, los cordones para botas de seguridad suelen ser tratados con materiales especiales que los hacen resistentes a elementos como el agua, la suciedad o incluso los productos químicos.
Revestimiento interior
El revestimiento interior de un calzado de seguridad es fundamental para la comodidad del usuario. Su función es absorber el sudor y evitar la formación de hongos y bacterias.
Normalmente, se utiliza una tela transpirable o una espuma acolchada que permita la circulación del aire y mantenga el pie seco y fresco. Un buen revestimiento interior también ayuda a reducir los impactos y evita el cansancio muscular, permitiendo que el trabajador mantenga un ritmo óptimo durante su jornada.
Plantilla
La plantilla de un calzado de seguridad no solo aporta confort, sino que también puede tener funciones específicas según las necesidades del usuario.
Existen plantillas anatómicas que se adaptan al arco del pie, proporcionando mejor soporte y ayudando a prevenir problemas de postura. Además, algunas plantillas están diseñadas para ser antiestáticas o para ofrecer protección adicional contra perforaciones.
Para maximizar la higiene, muchas son antibacterianas y extraíbles, lo que permite una limpieza fácil y prolonga la vida útil del calzado.
Mejores materiales para usar en calzado de seguridad
La selección de materiales en la fabricación de un calzado de seguridad determina su durabilidad, resistencia y confort. Los materiales más comunes son el cuero, el caucho, el poliuretano, el PVC y los materiales sintéticos como el Gore-Tex.
El cuero, por ejemplo, es valorado por su resistencia y flexibilidad, mientras que el caucho es ideal para suelas antideslizantes que funcionan bien en superficies mojadas.
El poliuretano, por otro lado, se usa para suelas ligeras y con buena amortiguación. En cuanto al revestimiento, el uso de materiales transpirables y antibacterianos es cada vez más común para mejorar la comodidad y la higiene del calzado de seguridad.
Cada material tiene propiedades específicas que ayudan a que el calzado cumpla su función en distintos entornos laborales, desde talleres hasta zonas de construcción, asegurando que los pies estén protegidos sin sacrificar la comodidad.
Conclusión
Conocer las partes de un calzado de seguridad y los materiales de fabricación es fundamental para hacer una elección informada.
No todas las botas de seguridad son iguales; cada componente, desde los cordones para botas hasta la plantilla, desempeña un papel en la protección y el confort del usuario.
Elegir un calzado adecuado, que cumpla con las normativas y esté fabricado con materiales de calidad, no solo protege, sino que también puede marcar la diferencia en la comodidad durante toda la jornada laboral.
Al entender estos aspectos, podremos elegir el calzado de seguridad perfecto para nuestras necesidades laborales.